El arte bizantino es una expresión artística que se configura a partir del siglo VI, fuertemente enraizada en el mundo helenístico, como continuadora del arte paleocristiano oriental. En sus primeros momentos, Bizancio se consideró como el continuador natural, en los países del Mediterráneo oriental, del Imperio romano, siendo transmisor de formas artísticas que influyen poderosamente en la cultura occidental medieval.

viernes, 15 de abril de 2016

Arquitectura del Imperio Bizantino



En la Primera Edad de Oro, época de Justiniano I, siglo VI, se realizan las más grandiosas obras arquitectónicas que ponen de manifiesto los caracteres técnicos y materiales, así como el sentido constructivo que caracteriza el arte bizantino de este período. Del mundo romano y paleocristiano oriental mantuvo varios elementos tales como materiales de ladrillo y piedra para revestimientos exteriores e interiores de mosaico, arquerías de medio punto, columna clásica como soporte, etc. Pero también aportaron nuevos rasgos entre los que se destaca la nueva concepción dinámica de los elementos y un novedoso sentido espacial y, sobre todo, su aportación más importante, el empleo sistemático de la cubierta abovedada, especialmente la cúpula sobre pechinas, es decir, triángulos esféricos en los ángulos que facilitan el paso de la planta cuadrada a la circular de la cúpula. Estas bóvedas semiesféricas se construían mediante hiladas concéntricas de ladrillo, a modo de coronas de radio decreciente reforzadas exteriormente con mortero, y eran concebidas como una imagen simbólica del cosmos divino.



Otra aportación de gran transcendencia fue la decoración de capiteles, de los que hubo varios tipos; así, el de tipo teodosiano es una herencia romana empleado durante el siglo IV como evolución del corintio y tallado a trépano, semejando a avisperos; otra variedad fue el capitel cúbico de caras planas decorado con relieves a dos planos. En uno y otro caso era obligado la colocación sobre ellos de un cimacio o pieza tronco piramidal decorada con diversos motivos y símbolos cristianos.





En la Segunda Edad de Oro predominan las iglesias de planta de cruz griega con cubierta de cúpulas realzadas sobre tambor y con una prominente cornisa ondulada en la base exterior. Este tipo nuevo de iglesia se plasma en la desaparecida iglesia de Nea de Constantinopla (881), construida por Basilio I. A este mismo esquema compositivo corresponde la catedral de Atenas, la iglesia del monasterio de Daphni, que usa trompas en lugar de pechinas, y los conjuntos monásticos del Monte Athos en Grecia. En Italia descuella la anteriormente citada basílica de San Marcos de Venecia, del año 1063, planta de cruz griega inscrita en un rectángulo y cubierta con cinco cúpulas sobre tambor, una sobre el crucero y cuatro en los brazos de la cruz, asemejándose en su estructura a la desaparecida iglesia de los Santos Apóstoles de Constantinopla. En esta Segunda Edad de Oro el arte bizantino se extendió a la zona rusa de Armenia, en Kiev se construye la iglesia de Santa Sofía en el año 1017, siguiendo fielmente los influjos de la arquitectura de Constantinopla se estructuró en forma basilical de cinco naves terminadas en ábsides, en Novgorod se levantan las iglesias de San Jorge y de Santa Sofía, ambas de planta central.

Catedral de Santa Sofía, Novgorod.

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